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Mi alma sonríe

por David Cohen

Hoy mi alma sonríe porque nos hemos encontrado,
me siento festejando por haberla descubierto,
y en cambio tú no comprendes
de lo que yo estoy hablando.

Ella y yo andamos juntos,
tampoco yo lo sabía hasta que la descubrí.

Aprender lo que aprendí,
y alcanzar a comprender
todo lo que he comprendido,
fue posible ese milagro
por las vidas que viví.

He descubierto también, por qué debemos volver:
Unos tendrán que aprender,
hay a quien le cuesta menos y hay a quien le cuesta más.
Otros lo harán por bondad,
para poder ayudar a aquellos que necesiten.
todos tenemos un fin y también un para qué.

No hay nadie que esté de más.
Formamos parte de un plan,
este es el plan de la Luz.
Y ya sé que al decir esto,
seguro preguntarás,
¿de qué Luz te estoy hablando?

A su tiempo lo verás todo con gran claridad.
No tengo intención alguna de convencerte de nada.
En su momento seguro, todo eso llegará.

Descubrirás a tu alma,
igual que yo descubrí
la mía hace bien poco.
Y si piensas que el camino
que anduviste por tu vida,
fue sólo casualidad…

Esa será la señal,
que un largo trecho te queda,
y que deberás volver para seguir aprendiendo.
Serán una, dos o mil las veces
que tendrás que regresar,
pero al final te aseguro
acabamos comprendiendo
ese infinito misterio.

Y no sé por qué aceptamos
muchas cosas sin dudar,
y no digo cosas simples,
las aceptamos complejas
y a veces muy parecidas
a las que suelo negar.

Si nada, nada se pierde,
y nada, nada se gana.
Y acepto tranquilamente
que aquí todo se transforma.
Pues, el mensaje está claro:

nos vamos, cuando nos vamos
con las manos bien vacías,
y con el cuerpo desnudo.
A veces, por tradición
alguien nos pone algún traje
o tal vez una mortaja
que no sirven para nada,
porque han de pudrirse seguro
de tanto estar ahí abajo
o se quemarán con fuego
según sean las costumbres
o hasta tal vez los deseos,
del que acaba de partir.

Si el hombre fuera materia,
y nada más eso fuera,
lo mismo sería un muñeco,
un Pinocho de madera.
Le falta a usted agregarle,
lo que unos llaman el alma
y otros llaman energía.

En eso se diferencian los muñecos
de los que tenemos vida.

Si algún muñeco quemamos
sólo quedan las cenizas
no nos dejan ni un recuerdo
ni nos enseñaron nada.

En cambio,
cuando nos vamos nosotros
enterrados o quemados,
seguro habremos dejado,
ilusiones y recuerdos,
ejemplos y hasta enseñanzas.

Perdurará nuestra imagen,
en aquellos que rodearon
nuestro andar por este mundo.

Si nuestro pasar fue bueno,
a alguien habrás ayudado.
Pero si el pasar fue malo,
Aquí tendrás que volver
como quien repite curso,
eso,
se llama aprender.

Y ahora te dejo y me voy,
sólo espero
que lo pienses
con calma y con mucho esmero,
esto siempre es necesario.
Tu alma te indicará
sin error
el buen camino.
No hagas sordos los oídos,
hazle caso
a ese sonido.

 

Madrid 26 de Mayo de 2023